En esta singular senda donde transitan nuestros pasos, dejando tras de si las huellas del pasado y anhelando conseguir las del futuro, donde permanecemos en la búsqueda constante del mejoramiento de nosotros mismos; encontramos a nuestro paso, múltiples vivencias que gratifican y enriquecen aquel baúl de los recuerdos, aquel libro del conocimiento y aquel álbum de experiencias que tanto marcan nuestra vida. Es por ello, que hoy se me antoja escribir acerca de esas personas que de manera causal, mas que casual, se atraviesan en medio de nuestro recorrido, haciendo parte activa del proceso que llevamos; y al hablar de "causal" lo digo, por que todo cuanto ocurra en nuestra vida debe pasar y pasa por alguna razón; razón, que en la gran mayoría de veces pasamos por alto; razón, que no vemos por estar llevados, ensimismados en asuntos intrascendentes y carentes de aportes validos para el vivir. Para quienes no ven esas señales, pasaran desapercibidas y se clavarán en el olvido; pero para aquellos que logran ver la realidad desde una dimensión mas profunda, aquellas señales serán parte de lo que son.
Así es, la vida nos proporciona una gran cantidad de oportunidades y eventos que nos brindan la facilidad de ver las cosas con mayor claridad; la vida nos permite conocer personas que llenan ciertos momentos de una marca especial y que permanecerán en la mente por que su enseñanza, su forma de ser, su experiencia o aquello que lo hace único y original, lo compartió con nosotros sin mas costo a cambio, que una sonrisa en los bellos momentos de alegría; se queda, por que es apoyo y compañía cuando es necesario o por que sencillamente ocupa un lugar en nuestros corazones, por su calidez humana y por que sus palabras no fueron en vano, como tampoco lo será haberlos conocido.
Estas letras las quiero dedicar a aquellos amigos que he conocido, que de alguna u otra forma siguen siendo parte de nuestro andar, a cada uno de ellos que juntos o por separado son lo que son, únicos y especiales, con los que se cuenta, no los números ni las cervezas que se toman, sino que se cuenta con ellos para las necesidades, aquellos con los que se comparten estupideces y temas tan serios y envolventes que muchos ni entenderían, esos, con los que se puede uno llegar a morir de la risa, enloquecer o simplemente a los que se puede querer sin razón distinta a lo que cada uno inspira a sentir.
Quizás queden palabras por escribir, notas por tocar, cervezas por tomar, chistes por contar, locuras por hacer, o gente por matar...(de la risa, puede ser) según se lo merezcan; pero mientras seamos capaces de perdurar con la misma alegría, sinceridad, respeto y afecto... la vida continuará siendo un bello lugar por despertar cada nuevo día, que nos llegue por sorpresa, como esas personas que se conocen y no se olvidan...
