En la edición 151 del 3 de octubre de 2004 de la PRENSA CATOLICA aparece un encabezado que dice:
“PASTORAL EN EL EJERCITO PARA UNA GUERRA MAS HUMANIZADA”.
Quise escribir sobre esto ya que me llama bastante la atención el titulo que le fue dado al articulo que es llevado a cabo en forma de dialogo o cuestionario con el padre Elvis Eliécer Parra, capellán de la decimotercera brigada del ejercito nacional. Digo que me llama la atención por que aun no entiendo como puede ser humanizado algo que escapa del termino humano, viéndolo desde un punto de vista ético y social; siempre me he cuestionado como es posible que la religión (católica o cualquier otra) pueda estar ligada a un termino tan bajo y ruin como el de “guerra”; y mas aun que esté de lleno metida en ello participando de las ideologías politiqueras que como lastre han traído este país hasta tan notables términos.
Son muchas las cosas que a través de mis años en cortos conocimientos religiosos, han dejado inquietudes que solo hasta ahora medio dilucido; pero es solo a este articulo a lo que en esta ocasión me quiero referir.
Y es justamente que leyendo el contenido del ya mencionado artículo, donde puedo encontrar contradicciones o irregularidades con mínima lógica; es así como en el primer párrafo aparece una frase que dice:
“nosotros estamos evangelizando especialmente con el anuncio de Jesús. El objetivo es buscar que ellos sean militares cristianos y que obren bien por donde vayan”.
Yo me cuestiono ¿será que Jesús (si estamos hablando del hijo de Maria y José que nació en Belén y vivió en Nazareth hace mas de 2000 años) anunciaba que una elegante manera de vivir y seguirle obrando el bien, seria cargando un arma, matar al que se presupone con el calificativo enemigo y yendo tras ideales de poder por tierras o por lo que fuera? La verdad no me imagino a los doce apóstoles de escoltas en una escuadra con formación en cuña mientras Jesús recorría aquellas tierras.
Y así continúan los demás párrafos.
“allí dejamos el mensaje de ser personas honestas y trabajadoras al servicio de la paz que tanto necesita el país”
¿Pero es que cómo paz? Si es que de sobra se sabe que la mejor manera de conseguir la paz no es con guerra y precisamente ésta, sinónimo de muerte no me parece un trabajo honesto, razonable o justo.
“en las fuerzas armadas tenemos un 95% de católicos, por que trabajamos por ese presupuesto fundamental que son las personas”
Por Dios, como es posible que matar personas (por que eso son también los demás, sean de diferentes creencias religiosas o políticas) sea presupuesto fundamental; no veo en qué parte de la religión pueda haber mente para la muerte en la guerra. Trabajar por las personas no es estar de parte de unos cuantos mientras otros sufren por cientos de motivos; mas valdría no trabajar tanto.
“Estamos en un trabajo que es lograr que el militar esté evangelizado, que valore las cosas espirituales, que se valore a si mismo y se confiese.”
¿Trabajo? ¿Valores? Pero si allá lo único que enseñan es a tener una posición defensiva frente a los que llaman enemigos y a luchar por unos ideales a los que puedo calificar de absurdos y mezquinos cuando se han de conseguir matando, pisoteando, destruyendo por dizque amor a la patria, a la tierra y a la bandera, ¡por favor! Si hasta resulta mediocre ese pensamiento. ¿Y cual valorar las cosas espirituales? ¿Qué son esas cosas espirituales? ¿Qué puede haber mas espiritual en este mundo que la gente, la naturaleza, la creación? ¿Es que donde creen que está Dios? ¿Acaso encerrado en un lugar al que llaman sagrario? No quiero ofender los elementos litúrgicos o de culto pero es por esa ignorancia que la gente comete errores.
“En una palabra, queremos humanizar la guerra. Que el militar en medio de la guerra sea un hombre de Dios, defendiendo a su pueblo con justicia, no dejándose tentar por esos dioses falsos y de la violencia.”
¡Humanizar la guerra! Hacer humano algo que no lo es, ¿Quién inventó la guerra? ¿Los animales, Dios acaso? yo creo que fueron los humanos ya hace mucho tiempo. Parece mas bien que lo humano fuera lo malo, por que tantas cosas que el pensamiento humano ha hecho a través de la historia han llevado a declinar lo que podría ser evolucion; pero a lo que se refieren es a hacerlo parte de la vida que nos corresponde como humanos, sin embargo no entiendo como puedan ser “hombres de Dios” quienes manchan su pensamiento, su inocencia o su humanidad con la sangre de uno de sus iguales, eso ni es justo, ni es recto; por el contrario eso si parece ser un dios falso , una ideología , un pensamiento que se aparta de cualquier realidad que podamos concebir de un Dios verdadero.
“De tal manera que en este proceso, cuando el soldado se considera amado por Dios, pueda por donde patrulla, respetar a todas las personas sin distinción de clase ni color, al estilo de Jesús…. El soldado está para construir y esa fuerza viene de Dios”.
Realmente no veo la forma de que se pueda conocer el amor de Dios lejos de una relación correcta con las demás personas, haciéndose parte de cosas humanas ¿o mas bien inhumanas?, Llenando su corazón de odio por razones de unos cuantos que buscan su propia seguridad, sembrando la semilla de la venganza y abonando nuestras tierras con sangre de muerte y llanto de dolor. Esto no es construir, esto no proviene de Dios, la guerra se acerca mas a destrucción por si no se han dado cuenta y eso no viene de Dios, viene del pensamiento humano de figuras que dirigen ideas que son solo de ellos y tan egoístas que llegan a ser mas importantes que la vida, lo cual es impedimento total para que los soldados aprendan a respetar a las personas; el estilo de Jesús de seguro era otro y de hecho mas profundo.
“…si el soldado lo tiene que hacer, (matar)la constitución lo ampara por que es el ejercito quien defiende al pueblo, ese pueblo que Dios nos ha regalado, que quiere para nosotros, ese pueblo que no lo podemos destruir y ese pueblo donde los mismos soldados se realizan, donde las familias tienen sus posibilidades de futuro…por que decía San Agustín , cuando nos presentemos a Dios no vamos a responder por nosotros mismos, sino por la vida de las personas que se nos han confiado”.
Matar es justificable por la ley de los hombres cuando se hace por esas mismas ideas a las que ya he hecho referencia, supuestamente defendiendo un pueblo ¿pero defendiendo de quien o de que? Si los que nos tienen así son otros ¡vuelvan la cara! No están muy lejos, siempre en el mismo sitio… Ahora, un pueblo que no podemos destruir… ¿hace cuanto que lo estamos haciendo? La contaminación, las guerras, el dolor, la injusticia, el hambre, los desplazamientos de quienes nada que ver, las corrientes no de agua, sino políticas que siempre están presentes pero jamás para remediar lo que detrás de la destrucción nuestras manos humanas hacen y Cuál futuro para las familias si las madres de los soldados los lloran día a día y cuantos niños ya sin padre. Una familia mutilada no es en sí una familia.
“Ellos reciben al capellán con cariño y se sienten comprometidos con el Dios de los ejércitos a amarlo, respetarlo y promoverlo”.
¿Dios de los ejércitos? Perdone; pero eso me suena como a…dios falso? ¿Como es posible que se usen esa clase de términos para Dios? ¿Es que no se han superado los pensamientos de la gente que protagonizó el antiguo testamento de la Biblia? Eso es un reencauche que a estas alturas no coincide con la poca inteligencia que ha adquirido el ser humano. Y por cierto; vuelvo e insisto, no se puede conocer al amor, relacionándose con algo que no es Dios, una mejor forma es intentar una verdadera relación y amar a las criaturas de Dios por que como dijo San Agustín: “Yo no existiría si no existiera en Ti, de quien todo procede, por el cual y en el cual existe todo…Tu estas en todas las cosas, estas en ellas de una manera total; y la creación entera no te puede abarcar.”
“Invito a que el soldado reconozca a todos los seres humanos, a Jesucristo y que los amen y los respeten con la misma dedicación y prontitud que se respetan a sí mismos”.
Excelente mensaje, me parece lo mas coherente del texto, desafortunadamente raya con todo lo demás contenido en éste; pues tan buen mensaje no podría llevarse a cabo si se sigue insistiendo en la guerra como mecanismo de solución para conseguir la paz que necesitamos , por que la guerra es la lucha en el que el pueblo participa y el pueblo pierde , a la larga todos pierden, pero los que reciben los beneficios materiales y de poder que por debajo de cuerda se buscan son unos pocos, los que ponen las armas, las ideas, las discusiones, los enfrentamientos, los que participan desde fuera mientras las personas que desean mantener una familia con miserias de nuestra corrupta sociedad, se empuercan de la que salpica desde los elevados cargos y se ven inmiscuidos en peleas que jamás llegan a solucionar lo que tanto les acosa.
Esa no es solución , será un circulo vicioso que antes que acabar, acabará lo poco que nos queda; si existe una manera sana de evitar que esto continué sería el cambio de cada uno de nosotros, un cambio sincero desde lo profundo, por que nuestra sociedad no es mas que el reflejo de nosotros mismos, de nuestros instintos que incontrolables se expanden y quieren dominar. Es necesario ver en los demás a Dios, contenido ademas en todo lo que nos rodea, es necesario una relación basada en el bien por el amor al bien y no por gratificación, sin prejuicios, sin barreras o falsos ideales que nos separen unos de otros, es necesaria una revolución y cambio no del exterior, sino del interior de nuestra estructura psicológica, deshaciéndonos de las ataduras materiales y mentales a las que nos ha llevado la dominación y el condicionamiento que tanto la sociedad, la cultura y las educaciones como las religiosas han hecho que nos apartemos egoístamente uno del otro buscando seguridad en los placeres del poder y la felicidad efímera, odiándonos y matándonos en nombre de lo que nos mata lentamente.
“EL REINO DE DIOS ESTA DENTRO TUYO Y ALREDEDOR, NO NECESITAS PALACIOS DE PIEDRA O MADERA; DIVIDE UN TROZO DE MADERA Y AHÍ ESTARÁ, LEVANTA UNA PIEDRA Y ALLÍ LO ENCONTRARÁS…”
Fragmento de texto copto de Nag Hammadi
JUAN PABLO DIAZ P.
